comprometidos

martes, 16 de agosto de 2011

Mas de cien pupilas donde vernos vivos

¡Más, muchas más!

La del viejo vendedor de lotería quien dictó a Rocío (marabrilladora honoris causa), su poema para que fuera colgado en el tendedero. Era analfabeto, pero sabía leer con el corazón largamente curtido de tanto palpitar con las calles del centro.

Las del policía de la ferroviaria quien ese domingo se puso su uniforme de parada, y en el pecho el letrero de "embajador de la lectura" y salió a la fiesta de la palabra, a ser mucho más por unas horas.

Las de la gente de Toctiuco, feliz, junto a la pampamesa, celebrando sin alcohol y con lecturas, la inauguración de su biblioteca, pequeñita, marabrillosa, la primera en toda la historia de su barrio.

Las de los presos en el centro de rehabilitación (penal García Moreno) quienes esperan como un bálsamo el día del club de lectura; para recuperar la voz, para levantar la cabeza, para soltar la risa y el asombro, para creer que aun entre las rejas, les espera la libertad de la palabra, inalienable, asombrosa.

Las de las carniceras del mercado de las Cuadras y su espacio entre la ñusta y el hueso para leer un cuento, o ver una representación de teatro que les proyecta más allá de su cuchillo y su balanza.

Las del viejito de Guangopolo y los cuentos que ahora lee a sus nietos.

Las de los treinta y cinco atrevidos que se apuntaron al primer club de maestros marabrillantes.

Las de esas personas que llenan semana tras semana los ciento veinte clubes de lectura.

Las de la gente sorprendida con el teatro oculto en el trolebús.

Las de las familias que van al zoológico y se encuentran con libros.

Las que nos miran desde dentro los libros mismos. Las de los Panas de la Lectura y su pasión de colores. Las de los marabrilladores y su sombrero de letras. Las de el equipo técnico. Las del equipo logístico. Las del equipo administrativo.

Las de aquellos cuyos ojos están apagados por el destino y se encontraron con libros en braille, con lectura en voz alta.

Las de los enfermos que en cinco hospitales recibieron diariamente la visita de la lectura.

Más, mucho más de cien pupilas.

domingo, 14 de agosto de 2011

DAR LA VUELTA A LA PÁGINA Y SEGUIR MARABRILLANDO

Estamos seguros de que un encuentro puede cambiarlo todo.
La experiencia de generar encuentros marabrillantes con la lectura nos motiva a seguir adelante, continuar provocando encuentros que cambien nuestras vidas, las de aquellas personas que no han tenido la suerte de encontrarse con la palabra en forma de libro, de canción, de sensación.
Somos panas de la lectura, somos reciclapariches, somos marabrilladores, somos kaskanakos.

domingo, 7 de agosto de 2011

NO HAY BLINDAJE PARA EL MARABRILLAJE

El viernes 5 de agosto, nos enteramos de la decisión municipal, de que el programa Quito Lee no siga adelante en su modalidad actual y que se encargue a alguna instancia interna del municipio su ejecución.

Interesante visión que no compartimos, la de creer que el placer de la lectura puede ser una competencia institucional. No obstante, deseamos que tenga éxito esta nueva modalidad, y sobre todo que no signifique una pérdida para esas decenas de miles de personas que han contactado con la lectura en este tiempo y que descubrieron que valen más que para recibir camisetas a cambio de votos, y que asisten a clubes de lectura todas las semanas (hoy interrumpidos esos clubes hasta su reapertura en la nueva modalidad), y que se han descubierto a sí mismas retratadas en los libros, marabrilladas, enamoradas por los panas de la lectura, entusiasmadas por los marabrilladores.

Que la espera no sea larga y que el futuro sea aún más marabrillante.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Nadie nos ha invitado

Nadie nos ha invitado, venimos por voluntad.
Así se completa la estrofa que cantan, llenos de entusiasmo, emoción, compromiso, pasión, lectupasión-libropasión-partici-pasión-gentepasión los Panas de la Lectura y los Marabrilladores, cada vez que un nuevo encuentro con las letras, termina.

Lo mismo decimos en KOMITÉ. Venimos por voluntad, porque creemos que:
- El placer de la lectura, no puede ser privilegio de unos pocos.
- Cuando el texto contacta con el mundo interior, la gente descubre que puede ser feliz.
- Las personas que no han tenido un encuentro agradable, inspirador, con la lectura, pueden cambiar esa experiencia en un encuentro marabrillante.
- No se trata de comprar libros para tener, sino de leer libros para crecer.
- Es posible salir de un encuentro con la lectura, maravillado y más brillante; es decir MARABRILLADO.
- Que la lectura debería considerarse como un derecho del ser humano y no como una rareza de los elegidos.
- Que es obligación de los líderes hacer todo lo necesario para que el acceso a la lectura sea universal y gratificante.

Por eso estamos aquí, haciendo del compartir la lectura una obsesión. Porque hemos podido ver en los ojos de la gente, la gratitud que siente cuando se ve valorada, cómo le brillan los ojos cuando se le entrega un libro y no una propaganda; cuando se le propone que comparta una lectura y no que agite una bandera; cuando, muchas veces por primera vez, descubre que la lectura no es un terreno sagrado, reservado para los intelectuales o los académicos, o los que han tenido la suerte de ir a la universidad, o el dinero para comprar libros.

"Si yo no soy tan inteligente como otros, no comprendía por qué me nombraron embajador de la lectura". Eso decía hace unos meses un abuelo de Guangopolo, admirado de que alguien haya reconocide en él un valor. Hoy, lee a sus nietos; promueve que otros abuelos lo hagan con los suyos, todas las mañanas se coloca, con un alfiler, un simple papel escrito a mano, que dice "Embajador de la Lectura". Y está orgulloso.

Y nosotros más.

En pausa

A nuestros queridos y queridas seguidores en este sueño de formar lectores en la comunidad que no ha tenido la oportunidad de encontrarse con el placer de la lectura en su vida, a nuestro querido equipo de trabajo de QuitoLee, les contamos que seguimos en pausa. Atreverse a leer requiere muchos recursos, panas con estabilidad laboral, marabrilladores trabajando con tranquilidad, un equipo administrativo y pedagógico funcionando todos los días, pensando, generando textos, recursos, dinámicas, materiales, capacitando... en fin. Recursos que por el momento ya no podemos financiar como operadores del programa y que están en pausa en el Municipio de Quito quien ha facilitado y financiado el programa durante el último año.

Este sueño no se detiene, y nos mantenemos trabajando en crear nuevas experiencias marabrillantes que compartiremos con la cuidad una vez que contemos con financiamiento.

De momento, gracias por el apoyo de siempre, por creer en que atreverse a leer es posible, como dicen los panas, SI HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ, NO HA DE SER CASUALIDAD.

Pronto estaremos de vuelta. seguro.